Todo lo que necesitas saber sobre el dolor en cervicales y tipos de cervicalgias

Todo lo que necesitas saber sobre el dolor en cervicales y tipos de cervicalgias

El dolor de cervicales es una condición médica común que afecta a muchas personas de todo el mundo.

Las cervicales son vértebras que se encuentran en la parte superior de la columna vertebral, y la cervicalgia se refiere al dolor que se experimenta en esta área.

A continuación, te contamos todo sobre la cervicalgia

Cervicalgia: qué es

La cervicalgia es un término médico que se utiliza para describir el dolor localizado en la región del cuello, específicamente en la parte cervical de la columna vertebral. Este tipo de dolor puede ser leve y pasajero o intenso y persistente, afectando la movilidad del cuello y generando molestias que pueden irradiarse hacia los hombros, la cabeza o incluso los brazos. Es una condición muy común, tanto en adultos como en personas jóvenes, especialmente aquellas que pasan largas horas frente a una pantalla o adoptan posturas inadecuadas.

Las causas de la cervicalgia son variadas. Entre las más frecuentes se encuentran las contracturas musculares por mala postura, el estrés, los movimientos bruscos o repetitivos y el uso excesivo de dispositivos móviles. También puede deberse a problemas estructurales como hernias discales, artrosis cervical o traumatismos, como el latigazo cervical tras un accidente de tráfico. En algunos casos, el dolor puede estar relacionado con enfermedades sistémicas o inflamatorias.

Síntomas de la cervicalgia

La intensidad y duración de los síntomas varían según la causa subyacente y el estilo de vida del paciente. Los síntomas más comunes de la cervicalgia incluyen:

  • Dolor en el cuello
  • Rigidez muscular
  • Limitación en el rango de movimiento
  • Dolor que se irradia hacia los hombros o brazos
  • Dolores de cabeza
  • Sensación de hormigueo
  • Mareos
  • Debilidad en las extremidades superiores si hay compromiso nervioso. 

¿Qué tipos de cervicalgias hay?

Tal y como acabamos de mencionar, hay varios tipos de cervicalgias que pueden ocurrir, cada uno con sus propias causas y síntomas.

  • Cervicalgia mecánica​: El tipo más común es la cervicalgia mecánica, que se produce como resultado de lesiones en los músculos, ligamentos y tendones del cuello. Entre sus causas destacamos la mala postura, la tensión muscular y las lesiones traumáticas, como un latigazo vertical.
  • Cervicalgia radicular​: Otro tipo de cervicalgia es la radicular. Esta surge como resultado de la comprensión o irritación de las raíces nerviosas en la columna vertebral. Dicha condición puede ocasionar dolor, entumecimiento y debilidad en el cuello, los hombros y los brazos, y es comúnmente causada por hernias discales y estenosis espinal.
  • Cervicalgia discogénico: La cervicalgia de origen discogénico se produce cuando los discos intervertebrales se desgastan o se lesionan.  En este caso, también puede originar dolor, entumecimiento y debilidad en el cuello, los hombros y los brazos, y sus causas son el envejecimiento y las lesiones traumáticas.
  • Cervicalgia postraumática​: Finalmente, otro tipo de cervicalgia es la postraumática. Es el resultado de una lesión traumática en el cuello, como un accidente de automóvil o una lesión deportiva. Los síntomas pueden incluir dolor, entumecimiento y debilidad en el cuello, hombros y brazos, y pueden requerir tratamiento médico inmediato.

Tratamiento para la cervicalgia

El tratamiento de la cervicalgia depende de la causa, la intensidad del dolor y la duración de los síntomas. En la mayoría de los casos, se recurre inicialmente a medidas conservadoras, reservando los tratamientos invasivos o quirúrgicos solo para los casos más complejos o persistentes.

Tratamiento farmacológico

El tratamiento con medicamentos, analgésicos o antiinflamatorios, suele ser el primer paso para controlar el dolor cervical. En casos donde el dolor es más intenso o está asociado a contracturas, pueden prescribirse relajantes musculares. Cuando existe dolor neuropático (irradiado hacia brazos o con sensación de hormigueo), se puede recurrir a fármacos neuromoduladores.

En los casos en los que el dolor no mejora con los tratamientos convencionales, se puede recurrir a infiltraciones de medicamentos antiinflamatorios directamente en la zona afectada. Estos tratamientos deben ser siempre supervisados por un médico.

Terapias complementarias

Se pueden aplicar modalidades físicas que ayudan a aliviar el dolor y reducir la inflamación, como:

  • Aplicación de calor o frío local.
  • Electroterapia (TENS).
  • Láser de baja intensidad.
  • Ultrasonidos terapéuticos.
  • Radiofrecuencia u ondas de choque en casos crónicos.

En algunos centros especializados también se utilizan técnicas como la punción seca, la neuromodulación o la terapia manual avanzada.

Cirugía

La cirugía se reserva para los casos más graves, como hernias discales con compresión medular, inestabilidad vertebral, tumores o lesiones estructurales que no responden al tratamiento conservador. La intervención quirúrgica puede implicar descompresión, artrodesis o sustitución de discos. La decisión de operar debe ser tomada por un equipo especializado, y siempre se acompaña de un plan de rehabilitación postoperatoria para asegurar la recuperación funcional del paciente.

Fisioterapia y ejercicio terapéutico

La fisioterapia es uno de los pilares más eficaces en el tratamiento de la cervicalgia. Incluye una combinación de técnicas manuales (masoterapia, movilización articular, estiramientos) y ejercicio terapéutico, que busca recuperar la movilidad, fortalecer la musculatura cervical profunda y mejorar la postura.

El ejercicio activo, bajo la supervisión de un fisioterapeuta, ayuda a prevenir recaídas y a mejorar la funcionalidad general del cuello. También se enseñan pautas de higiene postural para aplicar en el entorno laboral o doméstico.

En nuestra clínica de fisioterapia en Málaga, contamos con un equipo de profesionales especializados en el tratamiento de la cervicalgia. Valoramos tu caso de forma individualizada para diseñar un plan terapéutico efectivo y adaptado a tus necesidades.

Aplicamos técnicas de fisioterapia avanzada, ejercicio terapéutico, reeducación postural y asesoramiento ergonómico para ayudarte a mejorar tu calidad de vida y prevenir recaídas. Nuestro objetivo es que recuperes la movilidad, reduzcas el dolor y vuelvas a tus actividades diarias con normalidad.

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Fisuma

Fisioterapeuta con gran experiencia especializado en fisioterapia neurológica, fisioterapia respiratoria y cólico del lactante. Número de Colegiado: 7650
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