El Cáncer de mama y el desarrollo de la fisioterapia

El Cáncer de mama y el desarrollo de la fisioterapia

El cáncer de mama es una de las enfermedades más comunes entre las mujeres y supone un reto importante para la salud pública. Gracias a los avances en diagnóstico precoz y en tratamientos médicos, la supervivencia y la calidad de vida de las pacientes han mejorado significativamente en las últimas décadas.

Además de los tratamientos oncológicos, la rehabilitación postquirúrgica y la fisioterapia especializada juegan un papel clave en la recuperación. Estos cuidados ayudan a mejorar la movilidad, prevenir complicaciones y favorecer la recuperación funcional tras la cirugía.

En este artículo te contamos cómo la fisioterapia puede marcar la diferencia en la recuperación del cáncer de mama.

¿Qué es el cáncer de mama?

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres, con más de 1,2 millones de casos diagnosticados cada año en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), representa el 22,7% de todos los cánceres femeninos a nivel global.

En Europa, la probabilidad de que una mujer desarrolle cáncer de mama antes de los 75 años se sitúa entre el 8% y el 10%. En España, aunque la incidencia es relativamente baja en comparación con otros países, ha ido aumentando progresivamente. Se estiman unos 25.000 nuevos casos al año, principalmente en mujeres de entre 35 y 80 años, con un pico de incidencia entre los 45 y 65 años. Por provincias, Gran Canaria registra la mayor mortalidad por esta enfermedad.

Entre los principales factores de riesgo se incluyen aspectos hormonales, genéticos, ambientales y antecedentes de enfermedad benigna de la mama, por lo que la prevención y la detección temprana resultan fundamentales.

Tratamiento del cáncer de mama

El tratamiento del cáncer de mama debe ser decidido de forma consensuada por un comité de expertos, que generalmente incluye cirujanos, ginecólogos, oncólogos médicos y radioterápicos, así como cirujanos plásticos, y de manera ideal, patólogos y radiólogos.

Este abordaje multidisciplinar se adapta a las características de cada paciente y de su tumor. Dependiendo del caso, el tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia o terapias dirigidas. El objetivo principal es eliminar las células cancerosas, prevenir la recurrencia y preservar, en la medida de lo posible, la funcionalidad y la estética de la zona afectada.

Además del tratamiento médico, la rehabilitación postquirúrgica y la fisioterapia especializada son fundamentales. Los ejercicios de movilidad, la atención a la postura y los cuidados específicos ayudan a prevenir complicaciones como la rigidez articular, adherencias o linfedema.

Asimismo, se recomienda apoyo psicológico y educación sobre hábitos de vida saludables, ya que una recuperación integral incluye tanto la dimensión física como la emocional del paciente. Este enfoque completo mejora la calidad de vida y favorece una recuperación más segura y efectiva.

Prevención y detección precoz

El autoexamen mamario es una herramienta clave para detectar cambios tempranos en la glándula mamaria. Se recomienda realizarlo mensualmente a partir de los 20 años, unos días después de la menstruación, cuando los senos están menos sensibles y más blandos. 

Sin embargo, el pilar fundamental de la detección precoz del cáncer de mama es acudir regularmente a la consulta médica, ya sea semestral o anualmente, según la indicación del profesional. Durante estas revisiones, los médicos pueden identificar lesiones asintomáticas que no se perciben mediante el autoexamen y que solo son visibles en estudios radiológicos.

Detectar la enfermedad en sus fases iniciales permite aplicar tratamientos menos invasivos, minimizar complicaciones y mejorar la eficacia de la intervención, favoreciendo una recuperación más rápida y segura para la paciente.

Fisioterapia tras una cirugía de cáncer de mama

Una vez completado el tratamiento oncológico, el papel del fisioterapeuta es clave para la recuperación integral de la paciente. Antes de comenzar la rehabilitación, siempre se deben seguir las recomendaciones del cirujano y adaptar los ejercicios y técnicas a cada caso.

La fisioterapia oncológica aborda tanto las secuelas de la cirugía como los efectos de los tratamientos posteriores, ayudando a superar las limitaciones funcionales derivadas de la enfermedad. Entre los problemas más frecuentes se incluyen:

  • Linfedema: hinchazón del brazo o axila tras cirugía o radioterapia. Se trata con drenaje linfático manual, vendajes compresivos y educación para el autocuidado, evitando que se vuelva crónico.
  • Restricción de movilidad y pérdida de rango articular: movilizaciones pasivas y activas, ejercicios específicos y técnicas miofasciales para recuperar la amplitud del hombro y brazo.
  • Adherencias y fibrosis de la cicatriz: masaje, estiramientos e inducción miofascial para mejorar la movilidad y la elasticidad de la piel.
  • Dolor y alteraciones sensitivas (hiperalgesia, hipoalgesia): técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y estrategias para controlar el dolor y prevenir su cronificación.
  • Debilidad muscular y fatiga oncológica: ejercicios de fuerza, resistencia y funcionalidad para mejorar la capacidad física y la calidad de vida.
  • Alteraciones respiratorias y posturales: ejercicios respiratorios y de movilidad torácica para prevenir bloqueos diafragmáticos y compensaciones posturales.
  • Pérdida de control motor y estabilidad: reeducación muscular del hombro y ejercicios funcionales para recuperar estabilidad y coordinación.
  • Prevención de complicaciones y autocuidado: aprendizaje de medidas para proteger el brazo, evitar lesiones, mantener la movilidad y conservar los logros funcionales alcanzados.

La rehabilitación personalizada y el seguimiento continuo son esenciales para maximizar la recuperación, mejorar la calidad de vida y favorecer una vuelta progresiva a las actividades diarias.

Fases del tratamiento de fisioterapia

La rehabilitación postquirúrgica tras el cáncer de mama se realiza en varias fases y debe iniciarse lo antes posible, siempre siguiendo las recomendaciones del equipo médico y adaptándose a las necesidades de cada paciente.

  1. Primera fase: El linfedema es una de las complicaciones más frecuentes y puede convertirse en un problema crónico si no se trata adecuadamente. Para prevenirlo y reducir su impacto, se aplica el drenaje linfático manual (DLM) Método Leduc y un vendaje compresivo multicapa.
  2. Segunda fase: En esta etapa se combinan técnicas para restaurar la funcionalidad del brazo, hombro y tórax, como el drenaje linfático manual continuado, movilizaciones, ejercicios específicos y técnicas miofasciales, ejercicios respiratorios torácicos y objetivos funcionales.
  3. Tercera fase: El objetivo es mejorar la movilidad y sensibilidad de la zona intervenida, evitando adherencias y fibrosis a través de un masaje con aceites especiales y estiramientos específicos.
  4. Cuarta fase: Esta fase se centra en la participación activa del paciente, manteniendo la movilidad, fortaleciendo la musculatura y fomentando hábitos saludables que prevengan complicaciones a largo plazo.
Miofascial

Consejos para la recuperación post-quirúrgica del cáncer de mama

Seguir ciertas recomendaciones puede hacer que la recuperación postoperatoria sea más fácil y segura:

  • Realizar ejercicios adaptados para favorecer la recuperación y evitar compensaciones musculares o malas posturas.
  • Evitar levantar peso elevado con el brazo del lado afecto.
  • No realizar actividad física de alta intensidad hasta recibir autorización médica.
  • Evitar golpes o traumatismos sobre la zona operada.
  • Prevenir infecciones o linfedema cuidando la zona intervenida.
  • Si se utiliza un expansor mamario, favorecer la flexibilidad y correcta adaptación de los tejidos.
  • Aplicar técnicas de masaje y movilización suave para prevenir adherencias y acortamientos musculares.

En Fisuma Salud,  nuestro centro de fisioterapia en Málaga ofrecemos programas de rehabilitación postquirúrgica para pacientes con cáncer de mama. Nuestro objetivo es acompañarte en cada etapa de la recuperación, mejorando la movilidad, previniendo complicaciones y favoreciendo la recuperación funcional y estética tras la cirugía.

Contamos con fisioterapeutas especializados y en constante formación, lo que nos permite garantizar un tratamiento seguro, eficaz y totalmente adaptado a las necesidades de cada paciente. Nuestras sesiones tienen la duración necesaria para ofrecer un cuidado completo y personalizado, asegurando que cada paciente reciba la atención que merece para una recuperación óptima. Contacta con nosotros. 

Fisuma

Fisioterapeuta con gran experiencia especializado en fisioterapia neurológica, fisioterapia respiratoria y cólico del lactante. Número de Colegiado: 7650
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