Alzheimer y Fisioterapia Neurológica
¿Qué es el Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que, junto al Parkinson, registra un mayor número de afectados por todo el mundo (1). Es la causa más común de demencia y el inicio de la enfermedad se da años antes de que los síntomas de la misma sean evidentes (2, 3). Se estima que hay unos 600.000 diagnosticados de Alzheimer en España, aunque se calcula que cerca de 800.000 personas se encuentran afectadas por la enfermedad sin estar diagnosticadas (4). Los más afectados son mayores de 65 años, aunque cada vez se registran casos de personas más jóvenes (50 años) (4).
El Alzheimer se produce por un acúmulo patológico de una proteína llamada amiloide a nivel cerebral, por la formación de lesiones intracelulares (llamadas ovillos neurofibrilares y placas seniles) y por la pérdida de neuronas (1). Estos procesos son los causantes de la demencia en el afectado, la cual se acompaña principalmente de pérdida de la memoria entre otras alteraciones cognitivas. Todas estas alteraciones interfieren en la calidad de vida del paciente (1).
Signos y síntomas del Alzheimer
Los primeros signos que indican el inicio de la enfermedad de Alzheimer son los que se muestran a continuación:
- Cambios en la personalidad
- Cambios en el estado de ánimo o humor
- Desorientación de tiempo o lugar
- Deterioro en la capacidad de movimiento o al caminar
- Dificultad para comunicarse: problemas en el uso de palabras tanto en el lenguaje oral (el habla) como en el escrito
- Bajo nivel de energía y pérdida de la iniciativa para tomar parte en actividades sociales y/o laborales
- Pérdida de memoria que aumenta y/o interfiere en la realización de las actividades de la vida diaria
- Problemas de atención
- Incapacidad de planificar y resolver operaciones aritméticas sencillas o problemas (3,4)
A su vez, la dificultad para desempeñar las tareas habituales en la casa, trabajo o tiempo libre; la dificultad en la compresión tanto de imágenes visuales como de la interacción de distintos elementos del entorno entre sí; o la colocación de objetos fuera de lugar también son indicativos de principio de Alzheimer (4).
La enfermedad progresa hasta que el afectado se vuelve totalmente dependiente; perdiendo el control corporal, la capacidad para masticar y tragar alimentos, la capacidad para hablar o comunicarse… Quedando encamados o en silla de ruedas y con la incapacidad de reconocer a las personas de su entorno.
¿Qué puede hacer la fisioterapia por el paciente de Alzheimer?
Al tratarse de una enfermedad neurodegenerativa puede enlentecerse el avance de la misma mediante un tratamiento personalizado de fisioterapia, el cual se enfoca principalmente en que el paciente mantenga su independencia el mayor tiempo posible con un estilo de vida físicamente activo y saludable. El tratamiento también se centra en retardar, en la medida de lo posible, la progresión de la enfermedad, conservando el mejor estado de los sistemas del organismo y así mantener las capacidades psicomotrices del afectado. A su vez, mediante el tratamiento fisioterápico se busca prevenir los problemas de salud relacionados con la inmovilización prolongada en el tiempo (infecciones respiratorias, úlceras, rigideces…).
En Fisuma, tras una sesión de valoración individualizada, se plantean los objetivos de tratamiento personalizados en vista a cubrir las necesidades del afectado y conservar su calidad de vida. También se enseña a los familiares a que tengan un buen manejo del paciente en su domicilio y fuera de él, para minimizar al mínimo posibles compensaciones musculo-esqueléticas derivadas de la enfermedad.
