Para poder comprender mejor por qué se sufren mareos al acostarse es importante conocer de dónde proviene el origen de los mismos. La procedencia de esta molestia suele estar asociada, en la mayoría de las situaciones, a una afección en el interior de los oídos.
La composición del oído diferencia tres partes:
- El oído externo, formado por el canal auditivo y el lóbulo de la oreja.
- El oído medio, que incluye los huesos de la audición y la trompa de Eustaquio, que ejerce el control del oído.
- El oído interno, que contiene el centro auditivo y el sistema vestibular. Éste último permite al cerebro controlar la postura corporal y determina su movimiento.
Un sistema vestibular dañado estimula la aparición de mareos. Los mareos que se obtienen como consecuencia de darse la vuelta o tumbarse suelen ser causados por el movimiento de los cristales del sistema vestibular periférico.